Pringlense destacada en el país
Reconocimiento a María Eliana Díaz Weiss, ingeniera agrónoma de la FRGS
Son cientos los argentinos que vivieron y viven sus vidas con el golf como un eje importante de sus existencias. Pocos, muy pocos, pueden decir que se conectan con este hermoso deporte no sólo a través de los palos y la bola sino dedicándole su vida a esos verdes campos que se transforman en mágicos escenarios para esta pasión.
En esa lista, escasa, seguro está María Eliana Díaz Weiss cuya vida está atravesada por el golf, la pasión por la agronomía y, también por la Federación Regional del Golf del Sur. Tanto que acaba de ser homenajeada por la Asociación Argentina de Golf por su buena y extensa carrera.
La historia de María Eliana y el golf comienza desde muy pequeña. Creció en Sierra de la Ventana, donde cursó sus estudios primarios. “Imaginate que, en Sierra de la Ventana, íbamos al colegio y después a la cancha de golf”, describe sobre aquellas épocas. Su pasión era tan intensa que, a los seis años, tuvo que recitar “de pé a pá” las reglas de golf sin errores para que le otorgaran hándicap. “No había torneo de menores. Jugábamos con los mayores”, recuerda. Luego, su familia se trasladó a Coronel Pringles, donde terminó sus estudios secundarios para luego viajar a La Plata con el objetivo de seguir su otra pasión: la agronomía. “Eso sí, la bolsa (de golf) vino conmigo”, cuenta. “Amo la agronomía, me fascina”, describe.
Al terminar sus estudios, volvió a Coronel Pringles, donde comenzó a trabajar con los Consorcios Regionales de Experimentación Frutícola (CREA). “Hacía trabajos con los profesionales, aprendí mucho y también comencé a dar clases en la escuela agrotécnica de Pringles”, recrea.
En 1984, su padre Gonzalo Díaz Echeverría asumió como presidente de la Federación Regional de Golf del Sur, un cargo que ocupó hasta la llegada del nuevo milenio. En ese momento, María Eliana se hizo cargo del campo del Golf Club Sierra de la Ventana. Dos años después, en 1986, comenzó a trabajar oficialmente para la Federación Regional de Golf del Sur ya que muchos clubes le pedían a la Federación que contara con un agrónomo que pudiera asesorar sobre el mantenimiento.
Durante los primeros años se hacían reuniones con dirigentes y empleados del club, en las que María Eliana buscaba asesorarlos para llevar las posibilidades de cada cancha al máximo. Cuando se celebró el 42 aniversario de la FRGS, se realizó una gran reunión en Sierra y se llampo a asamblea a todos los clubes del país. Paralelamente, aprovechamos para hacer una reunión de canchas y eso fue el inicio de reuniones que fueron muy exitosas y tomando difusión. Poco tiempo después, la AAG tomó la iniciativa y comenzaron las reuniones en Buenos Aires primero y, posteriormente, en el resto del país. “Mi papá estaba convencido que era la forma y que había que hacer estos encuentros. Eran dos por año y se las dábamos a quienes trabajaban las canchas”, cuenta.
Por aquellos años, más específicamente entre 1988 y 1999, la Federación Regional de Golf del Sur tuvo el primer y único espacio de ensayo de campos de césped de todo el país. Aún, hoy, no hay una experiencia igual en Argentina. “Se ensayaban todo tipo de especies y variedades. Algunas se enviaban desde Buenos Aires y otras las conseguíamos directo de Estados Unidos. Fue fantástico haberlo tenido por a través de eso aprendí muchísimo y eso se pudo trasladar a los clubes”, cuenta.
“El mantenimiento de una cancha de golf es una especialidad que no se estudia en nuestro país. Hay charlas o algunos cursos pero no se estudia. Y es una especialidad porque mantener una plantada cortada a dos, tres o cuatro milímetros como en un green, no es sencillo. Imaginate que en el campa tratamos plantas e intentamos que no se estresen. Acá, en el green, es una planta completamente y permanentemente estresada. La diferencia es abismal”, clarifica sobre la específica labor que se realiza en las canchas de golf. Y recuerda sobre los primeros conocimientos adquiridos en la materia: “El primer seminario que se hizo yo recién empezaba. Lo daban los dos únicos agrónomos que estaban en el tema. Fueron dos o tres días en el driving de la AAG. Recuerdo que, en el primer descanso, le dije a una amiga que no iba a poder aprender nunca eso. Son muchas cosas de golpe”.
María Eliana lleva 38 años junto a la Federación Regional de Golf del Sur y su labor es un orgullo. “Fue una decisión difícil para mí en su momento. No sabía si me iba a gustar el tema porque estaba muy metida en el campo. Pero me fascina lo que hago y doy gracias a Dios por todos estos años junto a la FRGS. Mucha gente de la AAG, ingenieros particulares y muchas personas que me ayudaron mucho. No me arrepiento de haber tomado este camino fascinante”, cierra. A sus 65 años, María Eliana dice que ya juega muy poco. Sin embargo, el golf es mucho más que la bolsa y los palos para ella. Para ella, el golf es un juego que también se juega sin palos.(frgolfsur).
Comentarios (0)
Comentarios de Facebook (0)