El pringlense Dante Bottini entrenará a la china Zheng Qinwen, la tenista revelación de 2024

El pringlense Dante Bottini entrenará a la china Zheng Qinwen, la tenista revelación de 2024

Coach argentino de “exportación” y exconductor de Nishikori y Dimitrov, acompañará a la actual número 5 del ranking durante la próxima gira australiana.

La china Zheng Qinwen es, sin dudas, la revelación del tenis femenino en la temporada. Siendo la número 15 del ranking, en enero llegó a la final del Abierto de Australia. Ganó el título en Palermo y Tokio, además de obtener la medalla dorada olímpica en París (en las semifinales venció a la polaca Iga Swiatek, por entonces 1°). Hace pocas semanas, además, cayó en la definición del torneo de Maestras en Riad, y cierra el año como número 5 del mundo. Tiene grandes planes para 2025; por lo pronto, para la primera gran gira del año sumará a un entrenador argentino.

Representada por la agencia multinacional IMG, la asiática es entrenada por el español Pere Riba (65° en 2011) y hacen base en Barcelona (también pasaron tiempo en la academia de Bradenton, en la Florida estadounidense). Pero como Riba se verá obligado a entrar en un quirófano para acabar con severas dificultades físicas que padece en la cadera, tendrá un reemplazo para Australia, según informó el diario español Marca.

Quien acompañe a Qinwen será Dante Bottini, de 45 años, nacido en Coronel Pringles, provincia de Buenos Aires. Fue 827° de singles en 1997 y 380° de dobles en 1998; como entrenador ya es una suerte de “veterano” en el tour, es uno de los argentinos con más tiempo de trabajo en el exterior. Bottini también tiene vínculo con IMG: en 2007 se sumó a la academia del legendario Nick Bollettieri en Bradenton (actual centro de dicha agencia de representación).

Bottini jugó Futures y Challengers. Vivió en Europa, con limitaciones: llegó a dormir en una casa rodante. Lejos de su anhelo de ser top 100, aprovechó una beca universitaria en EE.UU. (en West Florida), se graduó en Sport Management y luego se sumó a IMG, donde comenzó desde abajo, “haciendo canasto”. Allí conoció al japonés Kei Nishikori y su vida cambió. Lo sumó a su equipo y trabajaron juntos durante nueve temporadas, en las que el asiático alcanzó el número 4 del mundo (en 2015) y obtuvo doce títulos ATP. Esa etapa, para Bottini, fue como hacer una maestría. Luego entrenó al búlgaro Grigor Dimitrov, al chileno Nicolás Jarry y al chino Juncheng Shang, entre otros.

“Los argentinos estamos bien vistos en el circuito. Hay entrenadores, pero también fisios, preparadores físicos... Es impresionante. Además del conocimiento de tenis y de la base que nos dio Argentina, nos destacamos por la garra que le metemos al día a día, el no bajar los brazos, no cortar caminos. Eso tiene mucho que ver”, le dijo Bottini, en diciembre del año pasado, a LA NACION.

Qinwen creció viendo a Na Li. Es más, en 2014 la observó ganar el Abierto de Australia, frente a la TV, junto con sus compañeras de club. Desde entonces se convirtió en su inspiración. En un país con poca tradición tenística como China, todo comenzó y se potenció con Na Li, quien, primero, formó parte del sistema de entrenamiento nacional, pero luego, tras los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, por diferencias con las autoridades de su país, continuó un camino independiente, entrenada por el argentino Juan Carlos Tití Rodríguez. Tras perder dos finales en el Australian Open (2011 y 2013), finalmente logró el título aussie, en 2014 (antes, en 2011, obtuvo su primer major, en Roland Garros). Para Qinwen, Na Li es su gran referencia. Tras un 2024 radiante, va por más.

Fuente: La Nación