De Axel para Axel, en Bahía: tiene 7 años, recibió una silla postural y la donó a su tocayo
La historia de Axel y Julieta Artola conmovió a la comunidad de Coronel Pringles y Bahía Blanca al demostrar que la solidaridad puede mover montañas en tiempo récord. En apenas 24 horas, Julieta logró reunir los fondos necesarios para comprar a Axel, un niño bahiense de 7 años con síndrome de Down, una silla postural que se suponía iba a mejorar su movilidad.
Sin embargo, la historia dio un giro inesperado: el médico traumatólogo que atiende a Axel sugirió a su mamá, Celeste, que el niño siguiera adelante con sesiones diarias de kinesiología para que, posteriormente, a la edad de 11 años, pueda ser operado de sus piernas (tiene una diferencia en el largo de ambas y esto afecta su desplazamiento).
Ni bien su mamá se dio cuenta de que la silla postural no sería necesaria decidió donarla a Axel Gabriel González, un joven de 24 años con parálisis cerebral, hijo de Carmen González, quien gracias a este gesto ahora podrá tener una mejor calidad de vida.
Julieta, quien inició la exitosa campaña, comentó que Celeste, la mamá de Axel, el niño a quien estuvo destinada la campaña, estaba afligida porque sabía cuánto había colaborado la comunidad de Pringles para ayudarlos a conseguir la costosa silla.
“Yo le di ánimo, porque considero que si Axel puede tener un tratamiento que lo ayude más que la silla es una buena noticia”, dijo.
"Además, la silla no quedará en desuso, no fue en vano conseguirla porque ahora servirá para otro joven que realmente la necesita", explicó Julieta, emocionada por la nueva oportunidad de ayudar.
Axel vive con su mamá, Celeste, en una habitación alquilada muy pequeña, en Zelarrayán (altura del 1100), donde comparten baño con muchas otras personas. Su situación es difícil y al ver su caso en redes sociales (lo publicó el dueño del lugar que ellos alquilan) Julieta decidió conocerlos personalmente y luego organizó la colecta. Tuvo una respuesta inmediata por parte de la comunidad y con el dinero reunido, compró la silla y viajó personalmente para entregársela.
"Axel recibirá su tratamiento de kinesiología y, cuando llegue el momento, podremos ver qué equipamiento necesita. Mientras tanto, esta silla puede cambiarle la vida a otra familia, lo que reafirma el espíritu de la colecta original”, agregó Julieta.
Esta historia evidencia la generosidad de una comunidad que se movilizó rápidamente y también el compromiso de Julieta, quien es madre de Aurora (9) y de Bruna (1 año y medio), convive con su pareja y desde hace siete años tiene un showroom de lencería y pijamas en su domicilio. Pero, además de su emprendimiento, lleva adelante diversas iniciativas solidarias.
Su impulso de ayudar no es nuevo: lo hace todo el tiempo, de distintas formas. En esta oportunidad, el caso de Axel tocó su corazón y apeló a la solidaridad pringlense que respondió al instante.
No es la primera vez que Julieta lidera una causa solidaria.
"Siempre trato de ayudar desde mi lugar. Después de la colecta de la sillita, seguí organizando otras para Bahía Blanca y Cerri y la gente respondió súper bien", comentó.
Además, realiza acciones en conjunto con una bicicletería de Pringles que le proporciona bicicletas para sorteos solidarios. Parte del dinero recaudado se destina a diferentes instituciones, como la Escuela Nº30, a la que donaron 200 mil pesos para la compra de materiales de Educación Física.
El caso de Axel y su mamá visibilizó la compleja realidad que enfrentan muchas familias con niños que requieren apoyo especial. De hecho, su mamá está buscando empleo, ya que una vez que Axel retorne a Irel tendrá tiempo disponible durante media jornada.
Quienes deseen colaborar con esta familia o puedan ofrecer trabajo a Celeste pueden comunicarse al 2915348065.
La historia comenzó con una necesidad urgente y terminó convirtiéndose en una red de solidaridad que sigue creciendo. Porque cuando la ayuda se comparte, el impacto se multiplica.(La NUeva).
Comentarios (0)
Comentarios de Facebook (0)